Más que un conjunto de olores y sabores característicos, la gastronomía local representa la esencia de un pueblo y el encanto que supone su individualidad. Mediante el gusto y el olfato, los platos tradicionales evocan emociones y sensaciones que hacen alusión a su lugar de origen. En el caso de
, la riqueza de sus sabores proviene de su diversidad geográfica y cultural. Desde el desierto de Sonora hasta la Patagonia, la variedad de comidas y bebidas regionales es el reflejo de la multiplicidad de ingredientes y pueblos dispersos a lo largo de la región. Por ello, no sorprende que América Latina sea hogar de varios restaurantes de alta cocina y con mucho reconocimiento internacional.
Sabores imperdibles
Si bien muchos alimentos latinoamericanos son reconocidos a nivel mundial, los platos preparados en los hogares de la región revisten una importancia inigualable a nivel local, tanto por su inclusión obligada en celebraciones, como por la frecuencia de consumo en la vida diaria. Para los consumidores argentinos, por ejemplo, el asado es considerado una
comida irrenunciable en su dieta habitual, además de presentarse como el preferido de las reuniones familiares y de amigos. De ello se desprende el por qué la
industria cárnica en Argentina es una de las más importantes a nivel mundial. Por su parte, en México, las fiestas patrias del
Día de la Independencia no serían las mismas sin platos típicos tales como el pozole y los antojitos mexicanos.
En la era digital, la inclinación por los manjares típicos se detecta no únicamente en hogares y fiestas, sino también en la búsqueda en línea. Tentempiés tales como las coxinhas en
Brasil y las arepas en
Colombia, o platos como el ceviche en
Perú, son algunas de las recetas tradicionales que la gente busca con más frecuencia en Google.
Destilados, vinos e infusiones
Con respecto a las bebidas, los latinoamericanos son conocidos mundialmente por sus especialidades en las categorías de destilados y vinos. El
tequila y el mezcal mexicano, la cachaça brasileña y el
pisco peruano y chileno, son ejemplos de bebidas espirituosas que están cada vez más presentes en mercados extranjeros. En lo que respecta a vinos, el
Malbec argentino y el Carménère chileno están entre los varietales insignia de América del Sur. Además, la región se caracteriza por consumir y exportar, en gran cantidad, la base de infusiones tales como el mate y el café.
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